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Hoy que sin arriesgar nada pierdo todo
Me es simple la libertad
Hoy que el tiempo juega a su modo
Me arriesgo a decir: ¡Te quiero!
Y ¿Qué más me da?
Si en gárgola me he convertido por la espera
Y el corazón poco a poco piedra se vuelve.
Más te seguiré queriendo
Cuando la luz se apague y a oscuras se quede mi vida.
Cuando me vaya y ya no tenga velas en ningún entierro.
Cuando todo quede a escondidas y al destierro me condenes.
Te seguiré queriendo
Cuando el laberinto del tiempo me muestre
Que no hay regreso, que no hay salida,
Cuando mi alma de nuevo se halle perdida
Y no haya brújulas apuntando al norte.
Cuando en el reparto de tus besos yo ya no sea juez ni parte.
Te seguiré queriendo desde mi orilla,
Desde mi adolescencia, la rebeldía,
El afán por el placer
Desde mi futura demencia senil
Desde este masoquismo que no sabe de tiempo
Y que me hace quererte así,
Entre abrazos, besos y despedidas.