POEMA AL TINKU
No me duelen tus golpes hermano,
Tu mano también es la mía
Me duelen los golpes de quienes nos golpean con su mirada
Y no saben que sus ojos también son nuestros ojos
No lo mires, que su sangre vierte como la nuestra
Pero la suya va por dentro a lo oscuro de un corazón mal trecho y sin nombre
Golpéame hermano que tus golpes serán purificación, la Pacha Mama nos premia con una rica cosecha.
Y nos embriaga con el más delicioso licor que de sus venas brota.